Gerard Waters, de la clínica Whitethorn en Celbridge, condado de Kildare, fue suspendido por el Consejo Médico.
En una entrevista con RTE, el médico dijo que era un opositor consciente de la administración de esta vacuna y que no se la daría a nadie y que no derivaría a las personas a las pruebas del covid-19.
Dijo que, como médico, no inyectaría nada en el brazo de alguien que no inyectaría en su propio brazo.
Esto provocó una gran tormenta mediática. Muchos elogiaron al Dr. Waters, pero la actitud del Doctor de Kildare también fue recibida con indignación por parte de la sociedad.
Paul Reid, director general de HSE, comentó sobre la actitud del Doctor como «bastante impactante» y anunció que se tomarían medidas alternativas y que todos los pacientes del Dr. Waters serían derivados a otras instalaciones.
El Consejo Médico utilizó sus poderes sobre la base de la Ley de práctica médica de 2007 y decidió suspender al médico durante la investigación y hasta que se tomaran más medidas.
Fuente: The Irish Time
