La primera enfermera que muere por COVID-19 en Irlanda se llamaba Beena George, de 58 años de edad. Ella fue una heroica mujer que aparte de sufrir de cáncer, pasó sus últimos días luchando en contra del coronavirus.
Beena había trabajado como enfermera durante diez años en el Hospital Our Lady of Lourdes en Drogheda y desafortunadamente falleció el domingo por la mañana a causa del coronavirus.
Se cree que ella contrajo el coronavirus en marzo pasado cuando fue al hospital de Drogheda para recibir tratamiento para el cáncer de etapa 4 que sufría, donde tuvo neumonía por primera vez. Fue internada rápidamente en el hospital y estuvo allí por 17 días, se le hizo una prueba de coronavirus y salió negativa.
Fue dada de alta y dos días después tenía fiebre y otros síntomas asociados con el COVID-19, fue ingresada de nuevo al hospital y la siguiente prueba de coronavirus salió positiva.
El hospital contactó al esposo de Beena y le dijo que se quedara en casa bajo cuarentena. Él dio a conocer la trágica noticia el domingo pasado en Facebook:
«Con profundo dolor y tristeza, comparto la noticia de que mi esposa Beena falleció pacíficamente alrededor de las 6.30 de esta mañana en el Hospital Nuestra Señora de Lourdes, Drogheda».
«Estaba recibiendo tratamiento para el cáncer en etapa 4 y finalmente dio positivo en covid-19. Oremos por ella».
Su hija Anmi también compartió algunas palabras:
«Mi hermosa madre, Beena, falleció hoy. Estaba luchando contra el cáncer en etapa 4 y, debido a otras complicaciones, lamentablemente no lo logró».
«Como cualquiera que haya tenido la suerte de conocerla, le hará saber que fue amable, amorosa y una bendición en todas nuestras vidas».
«Ella siempre daba el mejor consejo y estaba allí para cualquiera que la necesitara, sin importar qué».
«Que sus recuerdos vivan a través de las personas que la conocieron».
Que en paz descanse.
